La Santa Cena
La parte más importante de nuestras reuniones dominicales es la Santa Cena (similar a la Comunión), cuando dedicamos tiempo a reflexionar sobre Jesús y Su sacrificio por nosotros.
Símbolos de Jesús
La parte más importante de nuestras reuniones dominicales es la Santa Cena (similar a la Comunión). Cada semana, se bendicen el pan y el agua y se ofrecen a la congregación. Es un momento en el que las personas pueden meditar, pensar en Jesucristo y sentirse cerca de Dios.
Al comer y beber estos elementos simbólicos, prometemos recordar el sacrificio de Jesús y esforzarnos por guardar Sus mandamientos. Es una maravillosa oportunidad de sentir el amor de Dios hacia nosotros e invitar al Espíritu Santo para que nos guíe y nos consuele.
La primera Santa Cena
La noche antes de Su crucifixión, Jesús se reunió con Sus Apóstoles e instituyó la Santa Cena. Tomó pan, lo bendijo y se los dio diciendo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Luego tomó vino, lo bendijo y se los pasó, diciendo: “Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22:20).
Hoy en día, tomamos la Santa Cena como un recordatorio semanal del sacrificio que hizo Jesucristo, el cual nos permite ser perdonados de nuestros pecados y vivir de nuevo después de morir.
Las promesas y bendiciones de la Santa Cena
Cada semana, al tomar la Santa Cena, hacemos promesas especiales a Dios, y Él promete bendecirnos si obedecemos.