¿Quién soy?

¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Es importante mi vida? Las Santas Escrituras enseñan que somos hijos de Dios con una identidad y un propósito únicos.

Eres un hijo o una hija de Dios

Dios es el padre de tu espíritu. Así como los padres en la tierra aman y cuidan a sus hijos, tu Padre Celestial desea tener una relación contigo. Eres “linaje de Dios” (Hechos 17:29) y, como hijo Suyo, tienes un potencial infinito.

Eres único(a)

Eres alguien inigualable. Dios te creó con fortalezas únicas. Tienes el potencial divino de llegar a ser lo que Dios quiere que seas: la mejor versión de ti mismo.

Dios te conoce

Dios te conoce personalmente. Él vela por ti y sabe exactamente las dificultades que enfrentas, así como las habilidades que te ha dado para vencerlas. Él desea verte triunfar y alcanzar todo tu potencial. Él desea que regreses a vivir con Él después de esta vida.

Un camino de tierra serpentea a través de un bosque, una puesta de sol que muestra la mano de Dios en todas las cosas

Aprende acerca del plan de Dios para nosotros

El sol brilla a través de las nubes y muestra la mano de Dios en todas las cosas
¿De dónde vengo?

Antes de nacer, vivías con Dios, tu Padre Celestial. Él te conocía, te amaba y te enseñó acerca de las decisiones que te conducirían a una felicidad duradera. Ese período se conoce como la vida preterrenal.

Un recién nacido duerme envuelto en una manta azul
Dios nos presentó Su plan

Dios quería que viniéramos a la tierra para que obtuviésemos un cuerpo físico. Aquí afrontamos desafíos y situaciones que nos ayudan a aprender y a progresar para poder llegar a ser más como Él.

Jesucristo es escogido como el Salvador en la vida preterrenal
Jesús fue elegido para ser nuestro Salvador

Dios sabía que cometeríamos errores, de modo que escogió a Jesús para que viniera a la tierra y sufriera por nuestros pecados. El sacrificio de Jesús nos permite ser perdonados y limpios de nuestros pecados para que algún día podamos volver a vivir con Dios.

Una mujer se sienta en la banca de un parque contemplando el propósito de la vida
¿Cuál es mi propósito en la vida?

Aquí, en la tierra, no recordamos haber vivido con Dios. Por eso debemos tener fe y aprender a escoger entre el bien y el mal. La vida no es fácil, pero los momentos difíciles nos permiten apreciar la felicidad y la paz.

Jesucristo ora en el Jardín de Getsemaní al cumplir el propósito de la vida
El sacrificio de Jesús

Jesús sufrió y murió por nuestros pecados, pero eso no nos exime de nuestra responsabilidad: debemos aceptar a Jesús arrepintiéndonos cuando cometamos errores, siendo bautizados y guardando Sus mandamientos.

Una mujer ora y es consolada por ángeles
¿Adónde vamos después de morir?

Cuando morimos, nuestro espíritu se separa de nuestro cuerpo. Nuestro espíritu va al mundo de los espíritus, que es un lugar de descanso y felicidad para aquellos que han tomado buenas decisiones y un estado de infierno para quienes han tomado malas decisiones.

Jesucristo enseña a los espíritus en el mundo de los espíritus acerca del propósito de la vida
El mundo de los espíritus

El mundo de los espíritus no es un destino ni un juicio final. De hecho, como Dios es tan amoroso y justo, a las personas en el infierno que nunca supieron acerca de Jesús se les enseña Su Evangelio y se les da la oportunidad de aceptarlo a Él.

Jesucristo, ahora resucitado, se aparece a María Magdalena en el sepulcro vacío
Todos viviremos de nuevo

Jesús venció la muerte para que todos podamos vivir de nuevo. Esto es lo que llamamos la resurrección. Cuando resucitamos, nuestro espíritu y nuestro cuerpo se unen de nuevo. Nuestro cuerpo será perfecto y nunca volverá a morir.

Jesucristo juzga a la humanidad colocando a los justos a Su diestra
El juicio

Jesús nos juzgará de acuerdo con nuestros hechos y los deseos de nuestro corazón. Él será todo lo misericordioso que pueda. Debido a que los hechos y los deseos de las personas varían, el cielo contiene diferentes reinos o grados de gloria.

El sol brilla en el cielo, lo que simboliza el Reino Celestial
El Reino Celestial

Nuestro Padre Celestial y Jesús moran en el Reino Celestial. Irás allí si vives de acuerdo con las enseñanzas de Jesús y eres limpiado de tus pecados mediante Su sacrificio. Vivirás en la presencia de Dios y tu gozo será duradero.

La luna brilla en el cielo nocturno, que simboliza el Reino Terrestre
El Reino Terrestre

Las personas que rechacen el Evangelio de Jesucristo pero lleven vidas honorables heredarán un lugar en el Reino Terrestre.

Las estrellas brillan en el cielo nocturno, que simbolizan el Reino Telestial
El Reino Telestial

Aquellos que permanezcan en sus pecados y no se arrepientan recibirán un lugar en el Reino Telestial.

Dios te ama

No importa tu pasado o cuántos errores hayas cometido, Dios te ama. Él nos ama incluso cuando tomamos malas decisiones y cuando nos sentimos indignos de Su amor. Si bien nuestro amor a veces puede fallar, puede ser superficial o incluso egoísta, el amor de Dios es constante (véase Isaías 54:10), “eterno” (Jeremías 31:3) y abnegado (véase 1 Juan 4:9). Dios desea ayudar a cada uno de nosotros a hallar gozo. Te ama, cuida de ti y desea comunicarse contigo por medio de la oración. El amor de Dios está ahí, y está a tu alcance hoy y todos los días.

Tienes un propósito

Debido a que Dios es un Padre perfecto, Él desea bendecirte y guiarte para que encuentres paz y gozo en tu vida. Él tiene un Plan para cada uno de Sus hijos. Al venir a Él, Él puede guiarnos para encontrar propósito en la vida. Él quiere que regreses a Su presencia y seas feliz para siempre, y puedes conseguirlo si sigues a Jesucristo y utilizas tus talentos para servir a Dios y a Sus hijos.

Tus dones y tus desafíos son únicos

Tus rasgos y habilidades te hacen único. Dios te da ciertas experiencias para ayudarte a progresar y a usar tus atributos y habilidades. También te concede dones que te ayudan a bendecir la vida de otras personas y a vencer los desafíos que afrontarás en la vida.

Un hombre es bienvenido en un edificio de la Iglesia

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