Hace mucho tiempo, Jesús nos dijo: “Amarás a tu prójimo”. Para nosotros, eso significa asegurarnos de que las personas que nos rodean tengan lo que necesitan. Aquí hay algunos ejemplos:

En toda la Iglesia se insta a los miembros a ayunar el primer domingo de cada mes. Eso significa prescindir de dos comidas. Nos ayuda a ser más sensibles espiritualmente. También ayuda a cuidar de los necesitados. ¿De qué manera? Cuando ayunamos, donamos el costo de las comidas que no consumimos a un fondo que se destina al cuidado de los miembros de la congregación que necesitan un poco de ayuda. A esto se lo llama ofrenda de ayuno. Aprende más acerca de por qué ayunamos aquí.

¿Quién decide en qué se usan las ofrendas de ayuno? Los líderes locales llamados obispos y presidentes de rama están a cargo de asegurarse de que aquellos que más necesitan ayuda la reciban, de manera confidencial, por supuesto. Las personas que reciben ayuda de la Iglesia establecen un plan con su obispo para llegar a ser autosuficientes.

Las ofrendas de ayuno y otros donativos ayudan a abastecer los almacenes patrocinados por la Iglesia, donde las personas necesitadas pueden ir a buscar alimentos y otros suministros. Y en cuestión de momentos, los alimentos y suministros de los almacenes también se destinan a aquellos cuyas vidas han sido alteradas por desastres naturales, guerras u otros acontecimientos catastróficos.

A veces, el “prójimo” de “ama a tu prójimo” en realidad vive un poco afuera de nuestro vecindario. No importa dónde vivamos en el mundo, todos somos hermanos y hermanas; es por eso que la Iglesia lleva a cabo programas humanitarios en casi doscientos países. Obtén más información sobre la labor de la Iglesia para cuidar de los necesitados.

Ya sea que estén limpiando después de un desastre o simplemente recogiendo basura, los chalecos amarillos y las camisetas que usan los voluntarios de Manos que Ayudan aparecen en todo el mundo. Conoce más sobre este programa de servicio aquí.

El agua potable es algo que muchas personas dan por sentado, y muchas otras tienen que prescindir de ella. El programa de agua potable proporciona tiempo y habilidades de voluntarios para crear sistemas de agua potable y letrinas en todo el mundo, asegurándose de que los lugareños tengan las herramientas para contar con agua constantemente mucho después de que los voluntarios se hayan ido. Obtén más información aquí.

En lugares con acceso a la atención médica moderna, el parto es una experiencia relativamente segura en estos días; pero para muchas mujeres y bebés en los países en desarrollo, es otra historia. Trabajamos con organizaciones locales para ayudar a reanimar bebés al nacer, cuidar de recién nacidos y mejorar la supervivencia materna.

Cuando las personas ya no tienen un hogar al que regresar, a menudo necesitan ayuda para seguir adelante. Los refugiados pueden necesitar cuestiones básicas como alimentos, agua, medicinas y ropa. Trabajamos con varios socios y agencias de reasentamiento para ayudar a las personas a comenzar una nueva vida.