Asistir a la iglesia cada domingo te dará un respiro de la acelerada vida diaria. Hacemos una pausa de dos horas cada semana para reflexionar, adorar a Dios, fortalecer nuestras conexiones espirituales y volver a centrar nuestra vida en Jesucristo. Asistimos con una comunidad en la que todos los santos están tratando de ser más semejantes a Cristo y aprender unos de otros.

Los horarios de las reuniones de la Iglesia varían de una congregación a otra. pero hay un formato similar que siempre puedes esperar: una reunión principal para todos y otra clase separada por grupos de edad o intereses generales.

La reunión principal cada domingo se llama reunión sacramental. Esta reunión consiste en himnos, oraciones y sermones (o “discursos”) ofrecidos por diferentes miembros de la congregación cada semana, pero la parte más importante de la reunión es cuando tomamos la Santa Cena (o Comunión).

Cuando tomamos la Santa Cena cada semana, prometemos recordar siempre a Jesucristo, hacer todo lo posible por vivir como Él lo hizo y guardar Sus mandamientos. La Santa Cena incluye una oración especial para bendecir el pan, que representa el cuerpo de Cristo, que luego se ofrece a la congregación. Luego hay una oración especial por el agua, que representa la sangre de Cristo, que nuevamente se ofrece a la congregación. Esta es la parte más reverente de todas nuestras reuniones, durante la cual la congregación se sienta en silencio y medita en el sacrificio del Salvador.

En una reunión sacramental típica hay dos o tres himnos que canta toda la congregación. También podría haber números musicales adicionales a cargo de un coro, un grupo pequeño o un solista. La música añade un espíritu especial a nuestras reuniones y nos ayuda a sentirnos más cerca de Dios, ¡incluso si desafinamos!

El primer domingo de cada mes no se ofrecen los sermones acostumbrados; en cambio, cualquier miembro de la congregación puede subir al púlpito y expresar sus sentimientos acerca del Evangelio. Al escuchar las experiencias de los demás y sentir el Espíritu de Dios llenar nuestro corazón, nuestras propias convicciones y creencias pueden fortalecerse.

Antes o después de la reunión sacramental, hay una variedad de clases tanto para niños como adultos. Hay algo para todos, ¡desde los 18 meses en adelante! Tenemos un grupo de mujeres, un grupo de hombres, un grupo de jóvenes, un grupo de niños y clases generales de la Escuela Dominical. Cada uno se reúne para una lección y un análisis preparados por un miembro asignado a su grupo. Estas lecciones se basan en una sección diferente de las Escrituras cada semana. Si quisieras asistir a esas reuniones adicionales, pregúntale a alguien en la iglesia y estará encantado de ayudarte a encontrar el salón correcto.

Nuestras reuniones dominicales están dirigidas en su totalidad por clérigos laicos y miembros de nuestra congregación. Todos colaboramos y servimos en diferentes asignaciones o “llamamientos”. Esto nos da la oportunidad de probar cosas nuevas y crecer individualmente, pero también de aprender de las experiencias y perspectivas de los demás. ¡Y te necesitamos! Forma parte de nuestra comunidad Comparte tus talentos con nosotros y ayúdanos a crecer.