“Siento el amor de Dios cada día cuando me levanto por la mañana para tener un día más de vida, estar saludable y estar cerca de las personas que amo”.

“Como converso a la Iglesia, siento más el amor de Dios cuando oro con un corazón sincero y humilde. Él me ha estado guiando en cada paso del camino, incluso todos esos años antes de que me bautizara. ¡Estoy tan agradecida!”.

“Siento el amor de Dios a menudo después de haber cometido errores. Siento Su amor cuando hago esfuerzos conscientes por arrepentirme”.

“Siento el amor de Dios al esforzarme a diario por acercarme más a Él. Incluso cuando cometo errores, Él aún me bendice. Y eso me da valor para intentarlo de nuevo la próxima vez. Siento su amor cuando siento el Espíritu Santo”.

“Siento el amor de Dios de muchas maneras. Lo siento cuando estoy rodeada por un familia amorosa, cuando escucho música inspiradora o cuando disfruto de la majestuosidad de la naturaleza”.

“Todas las mañanas hago una oración al Señor y entonces tengo el maravilloso sentimiento de que Él me está escuchando”.